Mucha gente cree que comprar un nombre de dominio y hacer una web uno mismo es coser y cantar, cosa de pocos minutos o de escaso tiempo… y aunque no es un proceso complejo, si que hay que saber un poco lo que se hace y como se hace, para ello os dejamos una pequeña guía con el único propósito de dar unas pinceladas sobre los pasos a seguir si quieres montar una web y comprar un dominio en Internet.
- Escoger y registrar un nombre de dominio. Primero de todo, tienes que decidir un nombre para el dominio de tu web, hasta aquí puede ser más o menos sencillo, pero el problema estará en que dicho nombre de dominio esté libre para comprarlo y registrarlo. Existen multitud de sitios en Internet dónde puedes comprar tu nombre de dominio, y también muchas herramientas online que puedes usar para validar la disponibilidad del nombre escogido, así que si has tenido suerte y has encontrado un nombre original y exclusivo que todavía no esté reservado, genial… si no, tocará pensar en nombres alternativos y romperse un poco la cabeza.
- Comprar un alojamiento web, también llamado hosting. Aunque es un paso fundamental, todavía hay gente que no comprende que sin la compra de un alojamiento web no puedes subir tu página web a Internet, porqué si ya tienes un nombre de dominio, tendrás que subir contenido a algún sitio, y este sitio es el llamado hosting o servidor. Por poner un símil, es como comprar un coche (nombre de dominio) y buscar para él un párking (hosting o servidor).Existen a grandes rasgos 2 tipos de alojamientos para las páginas web.Por una parte están los hostings compartidos, dónde por un precio mensual, semestral o anual, podrás alojar tu web en un servidor dónde se alojan otras webs y por lo tanto compartes recursos del servidor. Es la opción más económica y aconsejable si tu web no va a tener un volumen exagerado de visitas. Y por otra parte, existen los servidores dedicados, dónde obtendrás máxima potencia, rendimiento y seguridad, pudiendo administrar de forma personal tu servidor sin necesidad de un administrador externo y sin tener que compartir los recursos del servidor. Es aconsejable en casos de webs con mucho tráfico y muchas visitas simultáneas que pudieran requerir de más recursos para su funcionamiento.
- Publicar el contenido de tu web. Y finalmente cuándo ya tienes tu nombre de dominio y tu hosting o alojamiento, sólo queda crear el contenido de tu página web y subirlo para que esté accesible a todo el mundo.